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jueves, 28 de julio de 2022

INMUNOSUPRESORES BIOLOGICOS

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¿Qué significa que un fármaco inmunosupresor es biológico, frente a los inmunosupresores químicos? 

En las últimas decadas la investigación biomédica y farmacológica ha hecho grandes avances. Uno de ellos es la aplicación biotecnológica en los nuevos fármacos y vacunas. Los fármacos biológicos son sustancias producidas mediante organismos vivos.

Los tratamientos biológicos son anticuerpos monoclonales. Son moléculas que tienen una estructura de anticuerpo (como los anticuerpos que desarrollamos frente a una infección o una vacuna). Estos anticuerpos son proteínas producidas por un organismo vivo, de ahí el calificativo de biológicos, purificadas y modificadas con técnicas complejas, que actúan bloqueando moléculas implicadas en la inflamación. Resumiendo, un organismo vivo sintetiza un anticuerpo (una proteina) que, inyectada en un enfermo con una enfermedad inflamatoria, bloquea la inflamación.

Se han sintetizado anticuerpos monoclonales que bloquean distintas moléculas inflamatorias. Cada anticuerpo bloquea un tipo de molecula inflamatoria, de ahí lo de monoclonales. Conocemos moleculas inflamatorias implicadas en las distintas enfermedades reumáticas. La industria ha investigado fármacos para bloquearlas, con muy buenos resultados.

En las enfermedades reumáticas se conocen distintas moléculas, llamadas citoquinas, que son proinflamatorias. El TNF es una de estas moléculas. Los anti-TNF fueron los primeros fármacos biológicos usados en la Artritis Reumatoide y despues en las Espondiloartritis. Sus resultados en estos pacientes fueron espectaculares. Hubo un antes y un despues en el tratamiento de estas enfermedades. Por primera vez teniamos un fármaco que conseguia remisiones clinicas completas en un alto porcentaje de pacientes. De esto hace ya 20 años y en estas dos decadas han ido apareciendo nuevos fármacos biológicos, anticuerpos monoclonales frente a distintas citoquinas: anti-Interleuquina 6, anti-CD20 (Rituximab), los anti coestimulación del linfocito T (Abatacept), los anti IL12/23, anti IL17 etc.. Tambien hay tratamiento biológico para el Lupus Eritematoso Sistemico (Rituximab y Belimumab).

Los inmunosupresores que hemos llamado clasicos, o quimicos (Metotrexate, Leflunomida..), bloquean la inmunidad de una forma más genérica mientras los biológicos y los quimicos específicos (inhibidores de las enzimas JAK y el Apremilast), lo que hacen es inhibir o bloquear moleculas específicas relacionadas con la inflamación de la artritis.

AntiTNF:

Indicados en la Artritis Reumatoide y en las espondiloartritis

Infliximab: Es endovenoso y se administra cada 8 semanas. Las tres primeras dosis se dan mas seguidas, la semana inicial, a las 2 y a las 4 semanas. El paciente tiene que acudir al hospital, generalmente a un centro de dia, para que le administren el fármaco. La administración dura un par de horas. Algunos pacientes pueden presentar una reacción infusional, como una alergia, que obliga a parar el fármaco. Cuando esto ocurre, ya no se continua con este tratamiento.

Etanercept: En un anticuerpo anti-receptor del TNF. Es subcutaneo semanal. Muy bien tolerado. Puede aparecer una reacción eritematosa (rojez) alrededor del punto de inyección. No es una alergia y no tiene importancia. Con las sucesivas dosis va apareciendo menos. 

Adalimumab: Es un anticuerpo monoclonal humano, es subcutaneo bisemanal. Tambien puede producir una reacción en el punto de punción.

Golimumab: Es un anticuerpo monoclonal subcutaneo mensual. Tambien puede producir una reacción en el punto de punción. 

Certolizumab: Es un fragmento de un anticuerpo monoclonal humanizado, es mensual, con dosis de carga, la semana inicial y a las 2 semanas. Tambien puede producir reacción en el punto de punción.

- Los antiTNF se dan en combinacion con Metotrexate, salvo contraindicación de éste. Es mas eficaz los dos fármacos juntos.

- Incrementan el riesgo de activación de una infección tuberculosa latente. Por eso, antes de iniciar el tratamiento, hay descartar que el paciente tenga una tuberculosis latente, mediante una radiografia de toraz y la prueba de la tuberculina (mantoux), o un equivalente en sangre (quantiferon). Si sale positivo, no significa que el paciente tenga una tuberculosis activa, sinó que en algun momento en su vida la ha tenido o ha tenido contacto con el germen, sin desarrollar la enfermedad. Para evitar que el tratamiento antiTNF pueda actvar una tuberculosis latente, es necesario hacer tratamiento preventivo con un fármaco tuberculostatico durante unos meses. En cuanto se inicia dicho tratamiento ya se puede empezar el antiTNF.

- Riesgo de infecciones. Ademas del riesgo de activación de una tuberculosis latente, los antiTNF al ser farmacos inmunosupresores, aumentan el riesgo de otras infecciones. Ademas se dan junto con Metotrexate, por lo que ya son dos inmunosupresores, lo que aumenta más el riesgo. Por eso se aconsejan diferentes vacunas, sobre todo contra la gripe y frente al neumococo.

- Hay que descartar hepatitis B o C. Se hace con analisis serológico. Si el paciente tienen una hepatitis B activa hay que tratarla. 

- Esta contraindicado el embarazo en el tratamiento biológico. De hecho como se administra con Metotrexate, éste ya lo contraindica totalmente. Sin metotrexate, los fármacos biológicos estan contraindicados a partir del tercer mes de embarazo. La excepción es el Certolizumab que no está contraindicado ni durante el embarazo ni durante la lactancia. Es una buena opción para pacientes que quieren quedarse embarazadas.

- Una pecularidad de los tratamiento con anticuerpos monoclonales, es que nuestro sistema inmune puede producir anticuerpos contra el fármaco (se llama inmunogenicidad), lo que reduce la eficacia y aumenta el riesgo de reacciones infusionales. La producción de anticuerpos contra el fármaco aparece al cabo de un tiempo de estarlo tomando. Se sospecha que está ocurriendo ésto cuando despues de un tiempo de haber sido eficaz, de repente deja de serlo. 

Anti-interleukina 6 (anti-IL6)

La IL6 es otra citoquina inflamatoria implicada en la Artritis Reumatoide. Los anti IL6 se utilizan para tratar la Artritis Reumatoide

Actualmente hay dos fármacos que bloquean al IL-6, el Tocilizumab y el Sarilumab. El primero puede administrarse de forma endovenosa mensual o subcutánea semanal, el segundo es subcutaneo quincenal. Ambos se dan junto con Metotrexate.

Al igual que los antiTNF, aumentan el riesgo de infecciones y la posibilidad de activacion de una Tuberculosis latente por lo que hay que hacer lo mismo que hemos comentado para los antiTNF.

Estan contraindicados en el embarazo. 

Los inhibidores del IL-6 pueden provocar toxicidad hepatica (se detecta en los analisis por elevacion de las transaminasas) y hematológica (disminución de la cifra de leucocitos y/o plaquetas). Hay que controlar estas posibles toxicidades mediante analisis de sangre. Si ocurre hay que disminuir la dosis o suspender el fármaco.

Anti CD20 (Rituximab)

El Rituximab es un fármaco indicado en la Artritis Reumatoide, en algunas vasculitis y en linfomas. Tambien se utiliza en el Lupus Eritematoso Sistémico. Bloquea el antigeno CD20 de los linfocitos B, las celulas que fabrican anticuerpos como el factor reumatoide o los anticuerpos antinucleares. 

Es un fármaco biológico endovenoso que se administra cada 6 meses. La perfusión del fármaco dura varias horas. Durante su administración puede haber una reacción infusional que obliga a parar el tratamiento y suspender el fármaco.

Al igual que los otros biológicos vistos hasta aqui, aumenta el riesgo de infecciones. Se recomienda vacunarse de la gripe y del neumococo antes de iniciar el tratamiento.

Hay que descartar una tuberculosis latente y hacer tratamiento si procede, tal como hemos explicado en el apartado de los antiTNF. Tambien es importante descartar una hepatitis B activa y poner tratamiento si se detecta. 

Está contraindicado en el embarazo.

Abatacept 

El Abatacept es un anticuerpo monoclonal que bloquea la estimulación de los linfocitos T. Está indicado en la Artitis Reumatoide y en la Artritis Psoriasica. Se puede dar endovenoso mensual o subcutaneo semanal. Se indica junto con Metotrexate. 

Como con el resto de inmunosupresores biológicos, hay aumento de riesgo de infecciones, incluida la activación de una tuberculosis latente. Se aconseja descartarlo y hacer tratamiento si procede como se ha explicado en el apartado de los antiTNF. Se aconseja vacunarse de la gripe y del neumococo.

Se desaconseja el embarazo mientras se este en tratamiento con Abatacept.

Inhibidor de la Interleuquina 12/23 (Ustekinumab)

El Ustekinumab es un anticuerpo monoclonal indicado en la Artritis Psoriasica y en la enfermedad inflamatoria intestinal (Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa). Se administra de forma subcutánea, al inicio, a las 4 semanas y después cada 12 semanas. 

Como con el resto de inmunosupresores biológicos, hay aumento de riesgo de infecciones, incluida la activación de una tuberculosis latente. Se aconseja descartarlo y hacer tratamiento si procede, como se ha explicado en el apartado de los antiTNF. Se aconseja vacunarse de la gripe y del neumococo. Como con todos estos fármacos, están contraindicadas las vacunas de virus vivos.

Inhibidores de la Interleuquina 17 (Secukinumab e Ixekizumab)

El Secukinumab está indicado en el psoriasis, la Artritis psoriasica y en las Espondiloartritis axial radiográfica (espondilitis anquilosante) y no radiografica.

Se administra de forma subcutánea, 4 dosis semanales y posteriormente cada 4 semanas. Tiene buena tolerancia. Hay que evitar puncionar sobre piel con psoriasis. Puede haber una reacción local en el punto de punción, rojez y dolor, que son leves.

Como con el resto de fármacos inmunosupresores, hay aumento del riesgo de infecciones. Aunque no se ha detectado reactivación de tuberculosis latente, también se recomienda hacer el screening de esta infección como en el resto de biológicos. Las recomendaciones vacunales también son las mismas que para el resto de biológicos.

Se han detectado casos de empeoramiento de una enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn) por lo que no se recomienda en pacientes que tengan una de estas enfermedades. 

El Ixekizumab está indicado en Psoriasis, artritis psoriásica y espondiloartritis. Se administra de forma subcutánea. Para la artritis psoriásica y para las espondiloartritis, se administra una dosis doble de carga al inicio y después dosis de mantenimiento cada 4 semanas. Puede aparecer una reacción en el punto de inyección, en forma de rojez y dolor. Son leves, no es alergia y no requieren suspender el tratamiento.

Hay aumento de riesgo de infecciones, sobre todo de vías respiratorias. No debe administrarse si se sospecha que hay una infección. Puede reactivar una tuberculosis latente, por lo que se recomienda descartarla y hacer tratamiento si es preciso, tal como se ha explicado en el punto de los antiTNF.

No se recomienda este fármaco en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, aunque no se ha detectado ningún caso de emperoramiento de la enfermedad intestinal.

Tanto con el Ixekizumab como con el Secukinumab pueden aparecer anticuerpos anti fármaco (inmunogenicidad) pero en la mayoría de casos no provocan pérdida de eficacia del tratamiento, probablemente porque sean anticuerpos no neutralizantes. No se recomiendan durante el embarazo ni la lactancia, por falta de datos sobre la seguridad con estos fármacos. Se ha visto que en ocasiones hacen disminuir los leucocitos o las plaquetas, por lo que se realiza analíticas de control. Suele ser leve y pocas veces es causa de suspensión del tratamiento.

Belimumab 

El Belimumab es un anticuerpo monoclonal que bloquea la reproduccion de los linfocitos B (las celulas que producen los anticuerpos). Está indicado en el Lupus Eritematoso Sistémico activo. La administración es subcutánea semanal o endovenosa mensual. En algunos casos puede provocar una reacción de hipersensibilidad, que puede ser grave, sobre todo con la administración endovenosa.

Como con el resto de fármacos biológicos debe tenerse especial cuidado con las infecciones. Existe un riesgo aumentado de sufrir infecciones por gérmenes oportunistas (infecciones que aparecen solo en inmunosuprimidos). No se debe administrar si existe sospecha de un proceso infeccioso. Se recomienda las vacunas antineumococo antes de iniciar el tratamiento y antigripal anualmente. No obstante, los pacientes en tratamiento con Belimumab responden peor a las vacunas, igual que ocurre con el resto de farmacos biológicos. 

Puede aparecer reacción en el lugar de punción subcutánea, rojez y dolor, generalmente leve y que no precisa suspender el fármaco. Tambien se ha descrito algun caso de leucopenia como respuesta al tratamiento, pero es poco frecuente. Se han descrito casos de depresión en pacientes en tratamiento con Belimumab. No obstante tanto la leucopenia como la depresión pueden formar parte del cuadro clínico del Lupus Eritematoso.

No se recomienda el embarazo ni la latancia mientras se esté con este tratamiento por falta de datos sobre su seguridad en estas circunstancias.



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jueves, 10 de marzo de 2022

ARTRITIS ENTEROPATICA

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ARTRITIS ASOCIADA A ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL

 

La artritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal es...

Los pacientes con Colitis Ulcerosa o con Enfermedad de Crohn  pueden presentar una enfermedad reumática asociada. Esta enfermedad reumática clínicamente es una Espondiloartritis. Como todas las espondiloartritis, puede tener dos tipos de presentación clínica: una forma de artritis periférica (artritis, tendinitis, entesitis) y otra de forma axial, con inflamación de las articulaciones sacroiliacas y de la columna. Ambas formas se solapan a menudo.

 

Imagen endoscopica de Ulcera rectal. Fuente:Abid S. Attribution CC by 2.0

La artritis asociada a Enfermedad Inflamatoria Intestinal afecta a...

La Colitis Ulcerosa tiene una prevalencia (porcentaje de casos existentes) de  entre 150-200 personas/100.000 habitantes y la enfermedad de Crohn de 75/100.000. La incidencia de ambas enfermedades está aumentando en los últimos años. En el mundo hay unos 5 millones de personas con enfermedad inflamatoria intestinal, de los cuales unas 100.000 en España. Algo menos de un tercio de estos pacientes pueden presentar la enfermedad reumática. La forma axial (inflamación de columna y sacroiliacas) es más frecuente en la enfermedad de Crohn y más frecuente en varones con una relación 3:1. La forma periférica es igual de frecuente en ambos sexos. Por otro lado, muchos pacientes con otras formas de Espondiloartritis se ha visto que tienen enfermedad inflamatoria intestinal subclínica (asintomática), por lo que probablemente estas enfermedades intestinales son más frecuentes de lo que se diagnostica.

La artritis asociada a Enfermedad Inflamatoria Intestinal aparece por...

La causa es desconocida pero, como en la mayoria de enfermedades inflamatorias, hay mecanismos inmunes, ambientales  y  componente genético, sobre todo en la forma axial asociado al gen HLA B27. Se cree que la mucosa intestinal inflamada podría permitir el paso a la sangre de partículas bacterianas y como respuesta el propio intestino fabricaría moléculas pro-inflamatorias (interleuquinas) que  activarían el proceso inflamatorio reumático.

Los síntomas  de la artritis asociada a Enfermedad Inflamatoria Intestinal son...

1-     La forma periférica produce dolor e hinchazón articular (artritis), inflamación dolorosa de tendones (tendinitis),  inflamación y dolor en las uniones de los tendones al huesto (entesitis) hinchazon dolorosa de todo un dedo (dactilitis), exactamente igual que ocurre en las otras espondiloartritis. La artritis suele afecta a menos de 5 articulaciones, siendo las más frecuentes las pequeñas articulaciones de los dedos de las manos, las rodillas y los tobillos. La entesitis más frecuente es en el calcáneo como fascitis plantar (en el talón), en el tendón de Aquiles (zona posterior de tobillos) y en la zona anterior de la rodilla (en la rotula).

A veces un brote de actividad de la colitis ulcerosa es seguido de un brote de artritis. En ocasiones la artritis aparece antes de que se haya manifestado de enfermedad intestinal, sobre todo en la enfermedad de Crohn. En estos casos, es posible que el paciente sea diagnosticado de espondiloartritis periférica o de artritis indeterminada, hasta que tiempo después se manifiesta la enfermedad intestinal y entonces es correctamente diagnosticado de artritis asociado a enfermedad inflamatoria intestinal.

2-     En la forma axial suele haber sacroileitis (inflamación de las articulaciones que unen el sacro con el hueso iliaco de la pelvis) que se manifiesta con dolor en las nalgas, e inflamación de la columna que provoca dolor lumbar, dorsal y cervical. También puede haber inflamación articular en hombros y caderas. Las características del dolor son idénticas a los de la espondilitis, aparece tras el reposo nocturno o tras estar rato sentado, mejora con el movimiento y se acompaña de rigidez matutina. Al igual que en la espondilitis puede haber dolor en las costillas y producir limitación de la expansión torácica. La afectación de la columna por espondilitis asociada a enfermedad de Crohn puede evolucionar a anquilosis idéntica a la espondilitis anquilosante.

Manifestaciones extraarticulares

Igual que en el resto de espondiloartritis, la asociada a enfermedad inflamatoria intestinal puede tener manifestaciones fuera del aparato locomotor. La más frecuente es la ocular en forma de conjuntivitis y escleritis (inflamación de la parte blanca que vemos del ojo) o uveítis, inflamación de la úvea, una de las capas del ojo. La uveítis aguda produce dolor y rojez ocular. Es grave y hay que tratarla como una urgencia médica ya que puede producir pérdida de visión si no se inicia tratamiento lo más precoz posible.

Otra manifestación extraarticular de la enfermedad inflamatoria intestinal es la cutánea y la mucosa. La más frecuente es el eritema nodoso que consiste en unos nódulos subcutáneos, rojos, calientes y muy dolorosos que aparecen en la cara anterior de las tibia (en las espinillas) o en los brazon cerca de los codos. También son frecuentes las ulceras de la boca. Estas manifestaciones cutáneo-mucosas, en realidad son manifestaciones frecuentes de la enfermedad inflamatoria intestinal, con o sin enfermedad reumática

 

El diagnóstico la artritis asociada a Enfermedad Inflamatoria Intestinal se hace...

El diagnóstico es clínico, manifestaciones clínicas de Espondiloartritis (las arttiba explicadas) en un paciente con Colitis Ulcerosa o enfermedad de Crohn. El médico, en la exploración física, detecta la presencia de artritis, tendinitis o entesitis. El dolor a la palpación de las articulaciones sacroiliacas, en las nalgas, ocurre cuando hay sacroileitis. La Resonancia Magnetica permite detectar la inflamación de estas articulaciones. Las pruebas de imagen, radiología y resonancia, son idénticas a la espondilitis. La presencia de HLA B27 sobre todo en la forma axial es otro dato que apoya el diagnóstico.

En los análisis podemos detectar elevación de los marcadores de inflamación, VSG  y PCR. Son inespecíficos, se elevan ante cualquier proceso inflamatorio o infeccioso. Se elevan tanto por la artritis como por los brotes de la enfermedad intestinal. Los análisis también pueden detectar anemia que, como en otras enfermedades inflamatorias, es producida por el proceso inflamatorio. Cuando la inflamación intestinal y articular mejoran, se normalizan la anemia y los reactantes inflamatorios, VSG y PCR. La presencia del gen HLA B 27 es frecuente sobre todo en la forma espondilitica. 

Para realizar el diagnostico se utilizan los criterios ASAS de las espondiloartritis . Entre los datos que se utilizan en estos criterios están el dolor lumbar que empeora con el reposo y mejora con el ejercicio,  la presencia de inflamación en las sacroiliacas, la artritis, la dactilitis, la entesitis, la presencia de HLA B27 positivo, la elevación de PCR (el marcador inflamatorio), la mejoría con Antiinflamatorios, la enfermedad inflamatoria intestinal, la uveítis, la presencia de psoriasis etc…

 

El tratamiento de la artritis asociada a Enfermedad Inflamatoria Intestinal consta de...

 

Tratamiento no farmacológico

Como en todas las Espondiloartritis es importante el ejercicio físico para mantener la movilidad articular y prevenir la anquilosis sobre todo en las formas axiales. Los ejercicios respiratorios son importantes en la forma axial, para prevenir la insuficiencia respiratoria restrictiva por anquilosis torácica.

Tratamiento farmacológico:

1 Analgésicos y Antiinflamatorios. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) están contraindicados en un paciente con enfermedad inflamatoria intestinal porque podrían provocar o empeorar un brote de inflamación intestinal. Por esto en estos pacientes se prefiere usar analgésicos como el paracetamol y, si hay mucha inflamación, se utilizan los corticoides a dosis medias o bajas en espera a que haga efecto el tratamiento de fondo (FAMEs, fármacos antireumaticos modificadores de la enfermedad).

2 Los FAMES usados en la espondiloartritis asociadad a enfermedad inflamatoria intestinal, igual que en el resto de las espondiloartritis pueden ser químicos o biológicos.

Los FAMES químicos eficaces en la artritis asociada e enfermedad inflamatoria intestinal son: sulfasalazina y metotrexate. No son eficaces en la forma axial pero sí en la periférica. El uso de estos fármacos, su toxicidad y los controles que requiere están explicados en el artículo sobre la Espondilitis

Los fármacos Biológicos en la enfermedad inflamatoria intestinal tienen la particularidad de que no todos los que son eficaces en la enfermedad intestinal lo son en la enfermedad reumática. Y al revés, algunos que son eficaces para la enfermedad reumática no lo son para la intestinal. Aunque sea la misma enfermedad, parece que hay mecanismos del proceso inflamatorio que actúan de forma distinta en el intestino y en las articulaciones. Por ejemplo, el etanercept y el secukinumab, pese a ser eficaces en la espondiloartritis, no lo son en la inflamación intestinal ni en la colitis ulcerosa ni en la enfermedad de Crohn. El Golimumab que es eficaz en la enfermedad reumática, lo es en la Colitis Ulcerosa, pero no en la enfermedad de Crohn. Al revés, el Vedolizumab, un fármaco biológico eficaz en la enfermedad inflamatoria intestinal, no sirve para la enfermedad reumática.

Por todo eso es imprescindible la coordinación entre ambos especialistas, digestólogo y reumatólogo, para decidir el tratamiento biológico de estos pacientes. El digestólogo tiene que descartar que haya inflamación intestinal aunque no sea claramente manifiesta. Si además de la artritis, el paciente está con brote de su enfermedad intestinal, es fundamental que el tratamiento sea eficaz para la inflamación intestinal. Además, las dosis necesarias para frenar la inflamación intestinal son superiores a las necesarias para la artritis. Los mas apropiados cuando hay que cubrir ambos procesos inflamatorios, el intestinal y el reumático, son el Infliximab, el Adalimumab o el Golimumab (ése ultimo solo en caso de colitis Ulcerosa).


Tabla2. FAMEs usados en la Artritis asociada a Enfermedad Inflamatoria Intestinal
FAMEs VIA PERIODICIDAD
CLASICOS QUIMICOS
   Metotrexato oral,IM semanal
   Sulfasalazina oral diario
BIOLOGICOS
Anti-TNFs
   Infliximab IV bimensual*
   Etanercept sc semanal
   Adalimumab sc quincenal
   Golimumab sc mensual
   Certolizumab sc mensual**
Anti-IL17
   Secukinumab sc mensual***

IM: intramuscular; SC : subcutáneo, IV: intravenoso

*Dosis de carga inicial las semanas 0,2 y 6. Después cada 8 semanas. ** Carga inicial semanas 0,2 y 4. Después cada 4 semanas. 

*** Cinco dosis semanales y después mensual

  ¿Qué significa que un fármaco inmunosupresor es biológico frente a los clásicos inmunosupresores químicos como el Metotrexate?

Basicamente que los tratamientos biológicos son anticuerpos monoclonales. Son moléculas que tienen una estructura de anticuerpo (como son el Factor Reumatoide o los anticuerpos que desarrollamos frente a una infección o una vacuna). Estos anticuerpos son proteínas producidas por un organismo vivo, de ahí el calificativo de biológicos, purificadas y modificadas con técnicas complejas, que actúan bloqueando moléculas implicadas en la inflamación articular. Su bloqueo es muy eficaz y el paciente nota rápida mejoria del dolor e inflamación.

Los fármacos biológicos son inmunosupresores por lo que aumentan el riesgo de infecciones. Hay que tomar algunas prevenciones antes de iniciar el tratamiento:

   - Antes de iniciarlos hay que descartar una tuberculosis activa o latente, que podría reactivarse con el biológico, y hacer tratamiento si procede. Para esto el médico solicitará una Radiografia de torax y una prueba intradérmica, el mantoux, o una analítica de sangre, que pueden detectar si hay una tuberculosis latente. En caso positivo, habrá que hacer tratamiento preventivo durante unos meses para evitar que una tuberculosis latente pudiera activarse con el tratamiento biológico. Una vez haya iniciado el tratamiento preventivo de tuberculosis, ya podrá iniciar el tratamiento biológico.

 -    Hay que descartar una hepatitis B. Se detecta mediante analisis de sangre (serologias de hepatitis). Si se tiene hepatitis B activa hay que realizar tratamiento para la hepatitis B, mientras se esté tomando el fármaco biológico, para prevenir una reactivación de la hepatitis que podría ocurrir al suspender el fármaco. 

  - Se aconseja vacunarse contra el neumococo antes de iniciar el tratamiento y de la gripe anualmente

Toxicidad de los biológicos

     En general son bien tolerados. Con los biológicos subcutáneos es frecuente que aparezca una reacción local en el punto de inyección, con dolor y rojez de la piel. No es alergia, y con el tiempo de tratamiento deja de aparecer. Con el Infliximab puede haber una reacción durante la infusión, es poco frecuente pero si ocurre obliga a parar el tratamiento y cambiar de fármaco. Hay que hacer controles analiticos como con los FAMEs quimicos.

Los FAMES, tanto los químicos como los biológicos, están contraindicados durante el embarazo por su potencial teratógeno (daño fetal). Son seguros durante el embarazo la Salazopirina y el Certolizumab. Con el Metotrexate hay que aconsejar al paciente que tome medidas anticonceptivas. En caso de querer tener hijos, hay que suspender el Metotrexate desde 3 meses antes de quedarse embarazada. Si el paciente es un varón, también ha de hacer este periodo de 3 meses de lavado del fármaco antes de que su mujer quede embarazada. Los tratamientos biológicos tampoco son seguros durante el embarazo. La mayoría pueden provocar abortos o daños fetales, y en otros casos se desconoce su seguridad en la gestación. El mejor momento para planear el embarazo es cuando la enfermedad esté en remisión o con muy baja actividad, para que haya menos riesgo de un brote al suspender el fármaco. No se deja al paciente sin tratamiento. Siempre hay opciones que no producen daños fetales ni aumenten el riesgo de aborto, como la Salazopirina o el Certolizumab. El etanercept se puede seguir tomando durante el primer trimestre de embarazo pero después hay que suspenderlo o cambiarlo. 

El pronóstico de la artritis asociada a la Enfermedad Inflamatoria Intestinal ...

Con los tratamientos actuales el pronóstico de la Artritis asociada a Colitis Ulcerosa y Enfermedad de Crohn es bueno. La afectación axial (columna y sacroiliacas) puede evolucionar a anquilosis identica a la Espondilitis Anquilosante. La forma periferica tiene mejor pronóstico. Con los fármacos biológicos ha mejorado mucho el pronóstico de esta enfermedad, tanto a nivel articular como intestinal. 

 

Tambien puedes encontrar información en:

Inforeuma, de la Sociedad Española de Reumatologia 

Información para pacientes del Colegio Americano de Reumatología, en español

LIRE, liga europea de Reumatologia

Sociedad Navarra de Reumatologia. Información para pacientes

 

 

 

 

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jueves, 17 de febrero de 2022

ARTRITIS PSORIASICA

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La Artritis Psoriásica es...

 
Uñas con psoriasis y artritis en interfalangicas distales

La Artritis Psoriásica es una enfermedad reumática inflamatoria crónica que aparece en pacientes con Psoriasis. Se clasifica dentro del grupo de las Espondiloartritis, enfermedades reumáticas inflamatorias que afectan la columna vertebral y los huesos de la pélvis. Tienen características genéticas y clínicas comunes. Dedicaremos un tema a hablar de las características comunes de las Espondiloartritis y de las entidades que engloba.

El Psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por la aparición de eccema escamoso en codos, rodillas, cuero cabelludo, tronco y extremidades. Menos frecuentemente aparece en los pliegues. También es frecuente que haya alteraciones en las uñas. La Artritis en los pacientes con Psoriasis puede aparecer antes de que aparezcan las lesiones cutáneas, lo que dificulta el diagnóstico, pero más frecuentemente aparece después.

La Artritis psoriásica se caracteriza por dolor e inflamación de las articulaciones (artritis), de los tendones (tendinitis) e inflamación en áreas de unión de músculos, tendones, capsulas o ligamentos a los huesos (entesitis). La artritis se produce por inflamación en la vaina sinovial que rodea la articulación. Esta inflamación sinovial produce líquido que queda acumulado en el interior de la articulación por lo que ésta se hincha y duele. Puede haber artritis en prácticamente todas las articulaciones del cuerpo. Ocurre no solo en las articulaciones de brazos y piernas, sinó también en la columna vertebral y en los huesos de la pelvis, sobre todo en forma de sacroileitis (articulación que une el hueso sacro con el iliaco de la pelvis). Hay dos articulaciones sacroiliacas, a derecha e izquierda del sacro. El dolor se acompaña de rigidez y empeora con el reposo.

La Artritis Psoriásica afecta a...

La artritis psoriásica afecta entre un 10 y un 30% de pacientes con psoriasis. Se ha estimado una incidencia es de 3 a 8 casos nuevos por cada 100.000 habitantes/año. Aparece más frecuentemente entre los 30 y los 50 años, pero puede iniciarse a cualquier edad incluida la infancia. Afecta por igual a ambos sexos, aunque la forma axial (la que afecta preferentemente la columna y las articulaciones sacroiliacas) es más frecuente en varones.

La Artritis Psoriasica se produce por...

Se desconoce la causa precisa de la Artritis Psoriásica pero sí se sabe que se produce por causas inmunológicas. El sistema inmune, el que nos debe defender de las infecciones y de los tumores, no actúa correctamente y ataca nuestros tejidos, produciendo inflamación en las membranas sinoviales de las articulaciones y en las vainas de los tendones y en los huesos adyacentes. A diferencia de la Artritis Reumatoide, que comentábamos en el anterior tema que es de causa autoinmune con producción de anticuerpos, en la artritis Psoriásica la alteración inmune es por otra vía que produce inflamación sin producción de autoanticuerpos. Aquí el Factor Reumatoide es negativo. Se cree que hay mecanismos autoinmunes y autoinflamatorios, distintos mecanismos de la inmunidad.

Cómo en todas las enfermedades inflamatorias de causa inmunologica, se desconoce por qué se produce este fallo del sistema inmune, pero sí se conocen algunos factores de riesgo de que esto ocurra. Sabemos que hay factores genéticos y ambientales. Hay genes que son más frecuentes en pacientes con psoriasis y algunos de ellos se asocian a desarrollar la enfermedad reumática. Debido a estos factores genéticos, hay una alta agregación familiar: entre una 30-40% de los pacientes con artritis Psoriásica tienen algún familiar cercano con artritis psoriásica.

Entre los factores ambientales sabemos que en ocasiones la artritis en pacientes con psoriasis se ha iniciado tras un traumatismo o una infección previa. El tabaco y el alcohol también son conocidos factores de riesgo de desarrollar artritis si se tiene psoriasis. Asimismo, la obesidad es un factor de riesgo de artritis en las personas con psoriasis. Es frecuente que los pacientes con psoriasis tengan cierto sobrepeso. Corregir estos factores, siembre que se pueda, es importante ya que la Artritis Psoriásica es en sí un factor de riesgo cardiovascular, igual que veíamos en la Artritis Reumatoide.

 

Los síntomas de la Artritis Psoriásica son...

Los pacientes con Artritis Psoriásica refieren dolor e hinchazón de las articulaciones. Pueden afectarse todas las articulaciones del cuerpo, pero las más frecuentes son las pequeñas articulaciones de los dedos de manos y pies, muñecas, caderas, rodillas y tobillos. Lo más habitual es artritis en dos o tres articulaciones. En la Artritis Psoriásica se puede afectar la columna vertebral tanto la cervical, como la dorsal o la lumbar así como los huesos de la pelvis en forma de sacroileitis (inflamación de la articulación que une el sacro con el iliaco). Ahí no se aprecia la hinchazón, al ser articulaciones profundas, pero hay inflamación y es muy típico el dolor y la rigidez post reposo, nocturno y matutino. El dolor de la Artritis Psoriásica es de características inflamatorias, igual que veíamos en la Artritis Reumatoide. Eso significa que duele más en reposo que en movimiento y es más intenso al despertar por la mañana o tras rato de estar quieto. Además se acompaña de rigidez o entumecimiento matutino. El dolor en la columna puede despertar al paciente por la noche, puede impedirle permanecer dos horas sentado en el cine o hacer largos viajes. El dolor le obliga a moverse.

Artritis en rodilla derecha por Artritis psoriasica

                                         

Artritis de la interfalángica distal del tercer dedo por Artritis Psoriasica


En ocasiones cuando cede el dolor y mejora la hinchazón articular puede quedar la articulación engrosada de forma permanente. Normalmente esto ocurre en los dedos
cuando hay lo que llamamos “dactilitis” o “dedo salchicha”, en que está engrosado todo un dedo incluso cuando ya ha dejado de doler. La dactilitis es muy característica de las espondiloartritis, incluida la Artritis Psoriásica. 

Dactilitis del tercer dedo

 

Además de artritis y dolor en la columna vertebral y la pelvis, en la artritis Psoriásica es frecuente que haya tendinitis. Es muy característica la tendinitis aquiliana, inflamación del tendón aquíleo, localizado en la parte posterior del tobillo. También hemos comentado al inicio que se puede inflamar la zona de inserción en el hueso de un tendón, un músculo o un ligamento. A esta inflamación le llamamos “entesitis” y también es típica de la Artritis Psoriásica y en general de todas las Espondiloartritis. La entesitis es una inflamación muy dolorosa. Ocurre más frecuentemente en el talón, en los huesos de la pelvis, en el codo, en la rótula (zona anterior de la rodilla) o en la zona de las costillas en su unión al esternón.

La afectación articular de la artritis Psoriásica puede producir deformidades severas sobre todo en manos y pies. El tratamiento precoz de la enfermedad puede prevenir estas deformidades.

 Hay 5 formas de presentación de la Artritis Psoriásica:

1 Oligoarticular asimétrica. Es la forma más frecuente. Afecta a menos de 4 articulaciones. Que sea asimétrica significa que las articulaciones inflamadas a uno y otro lado del cuerpo son distintas, por ejemplo rodilla derecha y tobillo izquierdo.

2 Poliarticular simétrica. Afecta a 4 o más articulaciones y lo hace de forma simétrica como en la Artritis Reumatoide, por ejemplo las dos muñecas o las mismas articulaciones de los dedos de una y otra mano.

3 Afectación predominante de las interfalángicas distales de las manos. Generalmente va acompañado de psoriasis en las uñas. Estas articulaciones distales de los dedos no se afectan en la Artritis Reumatoide.

4 Afectación predominante del eje axial (columna vertebral y pelvis), semejante a la Espondiloartritis Axial o Espondilitis Anquilosante (la principal enfermedad del grupo de las espondiloartritis). Puede acompañarse de inflamación (artritis) de las articulaciones, más frecuentemente de las piernas.

5 Artritis mutilante. Es una forma muy destructiva de los dedos de las manos. Es muy incapacitante pero afortunadamente muy poco frecuente. Es una rareza.

 

Manifestaciones extraarticulares de la Artritis Psoriásica

La artritis Psoriásica no afecta a órganos internos como vemos que ocurre en otras enfermedades reumáticas inflamatorias. Las únicas manifestaciones extraarticulares son, obviamente la cutánea en forma de psoriasis en piel y uñas y la afectación ocular, en forma de conjuntivitis en un 20% de pacientes, o uveítis (inflamación de una capa del ojo, la uvea), que es más grave y puede ocurrir hasta en un 10% de pacientes con Artritis Psoriásica. Produce dolor y rojez ocular y puede haber pérdida de visión si no se trata. La uveítis es una afectación grave que requiere atención urgente. En la foto se puede apreciar la rojez ocular y una linea blanca que aparece en la parte inferior del iris, el hipopion, que es una colección de pus en la camara anterior del ojo.

Uveitis. Observese la linea blanca (hipopion)

En los pacientes con Artritis Psoriásica es frecuente el sobrepeso, que junto con el colesterol elevado y la diabetes constituye lo que se llama síndrome metabólico. Tener artritis Psoriásica se ha visto que es un factor de riesgo cardiovascular, es decir de tener un ictus o un infarto. El proceso inflamatorio es el responsable de este efecto. Controlando la inflamación, con el tratamiento de la enfermedad, disminuimos este riesgo.

El diagnostico de la Artritis Psoriásica es...

El diagnóstico de la Artritis Psoriásica es clínico, mediante la historia y la exploración física del paciente. La presencia de las manifestaciones antes referidas de artritis, tendinitis o entesitis en un paciente que tiene psoriasis permite el diagnóstico. La detección de un dedo hinchado en forma de dactilitis (dedo salchicha) obliga al médico a buscar lesiones cutáneas de psoriasis ya que puede ocurrir que el paciente sea desconocedor de su enfermedad cutánea. No hay relación entre el grado de extensión de psoriasis y la afectación articular. En ocasiones el paciente tiene muy poca expresión clínica de psoriasis, solo en las uñas o en cuero cabelludo, y presenta importante afectación articular. O al revés, pacientes con extenso psoriasis que no presentan artritis. En ocaciones ocurre que la artritis aparece antes de que haya psoriasis en la piel, lo que dificulta y retrasa el diagnostico. La evolución de la enfermedad cutánea y articular tampoco corren paralelas. Sin embargo el tratamiento de la artritis mejora mucho el psoriasis.

No hay ninguna determinación analítica que sea diagnóstica de Artritis Psoriásica. Se detectan alteraciones de los marcadores de inflamación (VSG y PCR). Si hay inflamación, estos reactantes inflamatorios están elevados. Cuando el paciente mejora o entra en remisión con el tratamiento, estos marcadores disminuyen y se normalizan. El factor reumatoide, que detectamos en la Artritis Reumatoide, es negativo en la Artritis Psoriásica. La radiología nos permite ver alteraciones en las articulaciones que son características de esta enfermedad. La Resonancia Magnética, es útil para detectar si hay inflamación en la columna o en las articulaciones sacroiliacas.

El tratamiento de la Artritis Psoriásica es...

Entre las medidas generales, es importante abandonar el tabaco y el alcohol. Ambos empeoran la enfermedad y condicionan una peor respuesta a los tratamientos. El alcohol es un factor de riesgo de artritis en los pacientes con psoriasis, y el tabaco se asocia a peor respuesta al tratamiento.

No hay ninguna dieta ni ningún alimento que mejore la artritis pero si hay que hacer una dieta equilibrada para controlar el peso y el colesterol. Hay que evitar las grasas saturadas y los alimentos procesados. Se aconseja comer abundantes frutas y verduras. Es importante recordar la relación entre obesidad y artritis Psoriásica.

Hay que tener en cuenta que la Artritis Psoriásica, al igual que el Psoriasis, es una enfermedad crónica y que a día de hoy no existe tratamiento curativo. Sin embargo, al igual que para la Artritis Reumatoide, sí tenemos una amplia batería de tratamientos que pueden hacer entrar en remisión la enfermedad. Hay que recordar que remisión no significa curación. Remisión significa ausencia de inflamación y por lo tanto de síntomas, pero si se suspende el tratamiento farmacológico la enfermedad se reactiva.

Hay índices de actividad de la Artritis Psoriásica que el médico utiliza para saber el grado de actividad inflamatoria que tiene el paciente en un momento dado y para evaluar la respuesta al tratamiento. El objetivo del tratamiento es conseguir la mínima actividad inflamatoria y siempre que se pueda la remisión clínica. Manteniendo la enfermedad sin actividad inflamatoria evitamos que se lesionen las articulaciones y los tendones y que aparezcan deformidades que causan discapacidad funcional. Como en todas las enfermedades reumáticas inflamatorias, el tratamiento precoz es importantísimo para evitar daño estructural y deformidades.

El tratamiento farmacológico consiste en:

1-  Antiinflamatorios y analgésicos. Son fármacos sintomáticos y por sí solo no controlan la enfermedad. Los antiinflamatorios no esteroideos (Naproxeno, Ibuprofeno, Indometacina, Diclofenaco…) pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación, pero no son suficiente. Los corticoides (antiinflamatorios esteroideos) pueden usarse en algún momento de mucha actividad, para reducirla de forma rápida, en espera a que haga efecto el tratamiento de fondo. Se intenta usarlos a bajas dosis y por cortos periodos de tiempo por los efectos adversos de los esteroides.

2-   Los Fármacos modificadores de la enfermedad (FAME) son el tratamiento de fondo de la Artritis Psoriásica, como en la Artritis Reumatoide. Son inmunosupresores y requieren controles analíticos. Se usan para modificar el curso de la enfermedad y nos van a permitir que la Artritis entre en fase de remisión clínica. La diferencia entre remisión y curación es que en la primera la inflamación reaparece al suspender la medicación. Actualmente no disponemos de ningún fármaco curativo que permita suspender el tratamiento y persista la remisión clínica de forma indefinida. Los FAME son imnunosupresores que actúan sobre los mecanismos implicados en la inflamación de la Artritis Psoriásica. Hay varios tipos de FAME: los convencionales químicos, los quimicos específicos y los biológicos.

FAMEs QUIMICOS

Los FAMEs convencionales usados en la Artritis Psoriásica son el Metotrexate, Leflunomida y la Salazopyrina. Todos ellos los hemos visto en el tema de la Artritis Reumatoide. Su manejo y control de efectos adversos es el mismo.

Se suele iniciar con el Metotrexate que ya demostró su eficacia en la enfermedad cutánea incluso antes de que se empezara a usar para la artritis. El Metotrexate puede producir toxicidad hepática o hematológica por lo que hay que hacer controles analíticos regulares. Antes de iniciar el tratamiento, hay que descartar que el paciente tenga hepatitis vírica B o C, lo que obligaría a tratar antes la hepatitis. El Metotrexate se administra via oral un día a la semana. Se inicia con dosis baja, que se aumenta de forma rápida en varias semanas, si no se detecta alteración en la analítica, hasta conseguir eficacia o llegar a la dosis máxima (25-30 g/semanales). Los controles analíticos pueden detectar toxicidad hepática (elevación de las transaminasas) o de las células sanguíneas (descenso de los neutrófilos o de las plaquetas). Estas alteraciones ocurren en menos del 7% de los casos y, en caso de presentarse, son reversibles al suspender el tratamiento. Es por esto que lo hace un fármaco muy seguro siempre que se cumplan los controles reglamentarios. Hay que evitar el consumo de alcohol si se toma Metotrexate.

Como comentábamos al hablar de la artritis reumatoide, el Metotrexate contraindica el embarazo y la concepción. Los varones tampoco pueden dejar embarazada a su pareja mientras toman Metotrexate. Puede producir alteraciones fetales severas. En caso de que el paciente desee tener descendencia hay que planificarlo, suspendiendo el tratamiento durante un mínimo de 3 meses antes de la concepción. Por eso la situación ideal es programarlo cuando el paciente esté en remisión clínica o por lo menos con baja actividad inflamatoria, y durante ese periodo iniciar un tratamiento que no sea perjudicial para el feto. En el caso del paciente varón, en cuanto la mujer queda embarazada, ya puede reiniciar el tratamiento. Si el paciente es la mujer, no podrá reiniciarlo hasta después del parto o más tarde si desea dar lactancia.

La Leflunomida también se puede utilizar para la artritis Psoriásica pero no es eficaz para la piel como lo es el Metotrexate, por lo que se prefiere usar éste último.

Entre los FAMES químicos desde el 2015 disponemos del Apremilast, un fármaco oral, especifico para la Artritis Psoriásica. Es muy eficaz y rápido como los biológicos. En un mes se puede apreciar la mejoría. En general se tolera bien, pero en alrededor de un 15% de pacientes les puede provocar diarrea, nauseas o cefalea que en ocasiones lleva a suspender el fármaco. 

Al igual que en la Artritis Reumatoide, en los últimos años, han aparecido otras dianas terapéuticas (fármacos dirigidos a otros grupos de moleculas pro-inflamatorias), no biológicas, llamadas de moléculas pequeñas o quimicos específicos. Son inhibidoras de la enzima Janus Kinasa (JAK). De entre estos fármacos, de momento está aprobado para la Artritis Psoriásica el Tofacitinib y probablemente en poco tiempo lo estén otros inhibidores de la via JAK, que ya se usan en Artritis Reumatoide. Son orales y tienen buena tolerancia.

FAMEs BIOLOGICOS

Los fármacos biológicos son llamados así por tener una estructura de Anticuerpo (semejante a los anticuerpos que desarrollamos frente a infecciones o en respuesta a una vacuna), es una proteína producida por un organismo vivo, que posteriormente se modifica y purifica con técnicas muy complejas. Estos anticuerpos monoclonales, usados como fármacos, lo que hacen es bloquear moléculas (TNF, interleukinas IL17, IL12/23, etc..) implicadas en la inflamación y desarrollo de la enfermedad.

La mayoría de los fármacos biológicos usados en la Artritis Reumatoide se utilizan también para la artritis Psoriásica, pero no todos y ademas hay otros que son específicos para la Artritis Psoriásica. En la tabla 2  podemos ver el listado de FAMEs usados en la actualidad para la Artritis Psoriásica.

Tabla2. FAMEs usados en la Artritis Psoriásica
FAMEs VIA PERIODICIDAD
CLASICOS QUIMICOS
   Metotrexato oral,IM semanal
   Leflunomida oral diario
   Sulfasalazina oral diario
   Ciclosporina oral diario
BIOLOGICOS
Anti-TNFs
   Infliximab IV bimensual*
   Etanercept sc semanal
   Adalimumab sc quincenal
   Golimumab sc mensual
   Certolizumab sc mensual**
Anti-IL12/23
   Ustekinumab sc trimestral***
Anti-IL17
   Secukinumab sc mensual****
   Ixekizumab sc Mensual+
Anti coestimulacion linfocito T
   Abatacept IV,sc IV:mensual,sc:semanal**
QUIMICOS ESPECIFICOS
   Apremilast oral diario
Pequeñas moléculas (JAK)
   Tofacitinib oral 2 veces al dia
   Upadacitinib oral diario

IM: intramuscular; SC : subcutáneo, IV: intravenoso. No se han incluido los fármacos biosimilares, que son biológicos similares, no copias genéricas, de los biológicos originales.

*Dosis de carga inicial las semanas 0,2 y 6. Después cada 8 semanas.** Carga inicial semanas 0,2 y 4. Después cada 4 semanas. *** Dosis inicial, se repite a las 4 semanas y después cada 12 semanas. **** cinco dosis semanales y despues mensual. + Dosis doble de carga en la primera administración. La dosis para psoriasis es superior a la usada para artritis Psoriásica

En caso de no conseguir una respuesta óptima con el Metotrexate, se aconseja iniciar tratamiento con otro fármaco, químico o biológico. El uso de los fármacos biológicos supuso una gran mejoría para estos pacientes pero aun así hay un porcentaje que no responden lo suficiente y es preciso cambiar de diana terapéutica (bloquear una molécula distinta) para conseguir buena respuesta. En los últimos años se han encontrado otros fármacos específicas para la enfermedad Psoriásica. El Ustekinumab, el Secukimumab y el Ixekizumab son fármacos biológicos que inhiben las interleukinas 23 y 17 (IL23 e IL 17), moléculas pro-inflamatorias implicadas en el psoriasis y en la Artritis Psoriásica y que han mostrado gran eficacia.

Como explicamos en el tema de la Artritis Reumatoide, antes de que el paciente inicie un fármaco biológico tiene que descartarse que tenga una tuberculosis, activa o latente. Eso se hace mediante una prueba intradérmica (mantoux  o prueba de la tuberculina) o mediante una analítica sanguínea, además de una radiografía de tórax. Si cualquiera de estos test resultase positivo, se tendrá que iniciar un tratamiento tuberculostático durante unos meses, para prevenir que se pudiera reactivar una tuberculosis latente. Además se recomienda que el paciente se vacune de la gripe anualmente y, antes del tratamiento, del neumococo y de la hepatitis B si no la ha pasado.También se recomienda la vacuna contra el herpes zoster en pacientes en tratamiento con inhibidores JAK.

Toxicidad de los biológicos: En general son bien tolerados pero al ser inmunosupresores disminuyen las defensas frente a infecciones. Con los biológicos subcutáneos es frecuente que aparezca una reacción local en el punto de inyección, con dolor y rojez de la piel. No es alergia, y con el tiempo de tratamiento deja de aparecer. Con el Infliximab puede haber una reacción durante la infusión, es poco frecuente pero si ocurre obliga a parar el tratamiento y cambiar de fármaco. Algunos de estos fármacos pueden provocar toxicidad hematológica o hepática, por lo que se requiere controles analíticos. Si se produce toxicidad obliga a bajar la dosis o a suspender el fármaco. La seguridad y la tolerancia de los FAMEs biológicos y de los químicos especificos es buena. Requieren controles analíticos como con los FAMEs clásicos. Están contraindicados durante el embarazo, excepto el Certolizumab. Todos estos fármacos biológicos además de eficaces tienen un buen perfil de seguridad. Son de administración endovenosa o subcutánea. 

Tratamiento quirurgico

En ocasiones hay que recurrir a la cirugía, cuando una articulación ha quedado severamente dañada. Puede ser necesario recurrir a la prótesis, sobre todo de la cadera o rodilla. Tambien se pueden requerir correcciones para mejorar la funcionalidad de algunas deformidades.

El pronóstico de la Artritis Psoriásica...

La artritis Psoriásica puede ser una enfermedad deformante y con limitaciones funcionales importantes si no se inicia el tratamiento precozmente. El pronóstico es muy variable en función de la forma clínica. Algunas formas pueden ser muy invalidantes. Afortunadamente, los nuevos fármacos de fondo han conseguido cambiar la evolución de la enfermedad, permitiendo a los pacientes una vida normal con pocas limitaciones y evitar en muchos casos las deformidades.

Tambien puedes encontrar información en:

Inforeuma, de la Sociedad Española de Reumatologia 

Información para pacientes del Colegio Americano de Reumatología, en español

LIRE, liga europea de Reumatologia

Sociedad Navarra de Reumatologia. Información para pacientes 



 

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